Hoy queremos abrir este nuevo año 2025 agradeciendo desde el corazón la maravillosa acogida que tuvo nuestra campaña de Navidad y Año Nuevo, en la que invitamos a nuestros amigos y clientes a escribir una canción en familia para luego compartirla en el evento “Madrugar a Propósito”, el pasado 31 de diciembre a las 6 a.m.
La idea surgió de una convicción simple pero poderosa: la calidad de la vida es la calidad de la banda sonora que tenemos en la cabeza. En otras palabras, todo cambio –social, corporativo, familiar, personal– *depende de cada uno de nosotros*, y por eso se gesta a partir de las conversaciones que nos contamos y la música que acompaña esas historias.
Seguiremos cantando… ¡siempre!
Quiero enfatizar que la oferta de componer canciones no caduca. Está abierta de manera permanente, porque deseamos que cada persona, familia, empresa o comunidad siga encontrando en la música un canal para reflexionar, para crear y para transformar hábitos y relaciones. ¡Componer une, sana y celebra la vida!
A continuación, comparto algunos testimonios muy significativos de las familias y personas que se sumaron a la propuesta y nos permiten anunciar sus canciones:
1. Jaiver y Adriana decidieron componerle una canción a su pequeña hija, Antonia Valencia Gómez, como regalo de Navidad. A sus 5 años, Antonia sintió la canción como “el regalo favorito de Niño Dios”, una melodía que le recordó que, aunque sus padres no viven juntos, forman una familia de raíces fuertes y ramas podadas para crecer con más fuerza y autenticidad.
2. Dani le escribió una canción a su abuelita en el aniversario de su partida, para agradecerle con un himno familiar lleno de amor y gratitud. Esta composición se convirtió en la música principal del encuentro familiar de aniversario, sumando risas, lágrimas y abrazos.
3. Taty sorprendió a su esposo Santy el día de su matrimonio con una canción que declaró sus votos de amor de manera única y conmovedora en medio de la ceremonia.
4. Finalmente, comparto la canción que compuse junto a mi mamá, mis hermanos, mi esposa, mis hijos y mis sobrinos, mientras cocinábamos en familia. Fue un canto de gratitud por seguir alimentando nuestra unión familiar con encuentros y detalles que fortifican esos lazos que tanto valoramos.
¿Por qué canciones para transformar?
En Depende de Mí creemos que la música trasciende las palabras; es la voz de nuestra alma, la expresión de lo que sentimos y soñamos. Componer nos ayuda a tomar consciencia de nuestras conversaciones internas, a mirarnos con honestidad y a narrar nuestra historia desde la esperanza y la unión.
Además, crear canciones en grupo fortalece los vínculos, nos sentamos a dialogar, a elegir frases y melodías que nos representan y, al final, el resultado es un símbolo vivo que nos recuerda cómo queremos amarnos y relacionarnos.
Rumbo al 2025…
Nuestro compromiso para este 2025 es seguir acompañando a las personas, familias, empresas y comunidades para que se animen a cantar y bailar al ritmo que elijan, tejiendo en sus entornos relaciones más armónicas y conscientes. Los himnos de amor, amistad y cuidado son las partituras que guían el cambio genuino y sostenible.
Te invito a que hagas de este nuevo año una oportunidad para escribir tu propia canción y diseñar la banda sonora de tu vida. Porque, al final, *“Depende de Mí”* seguir eligiendo cada día la música que eleva nuestros corazones y nuestras relaciones.
Con gratitud inmensa,
Néstor Gómez
CEO de Organización Sentido Común, creador de Depende de Mí
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